Los pulgones son un grupo de insectos especializados en extraer savia de las plantas para su alimentación. Todos los estados vitales son succionadores de la savia de varias especies vegetales, incluyendo frutales, arbustos y cultivos tanto hortícolas como ornamentales. Su ciclo de vida complejo, con varios hospedadores y rápida reproducción asexual, hace su manejo difícil dada su gran capacidad de multiplicación y la existencia de reservorios en ecosistemas naturales. Los principales daños causados por esta plaga son:

  • Daños directos: Su modo de alimentación altera el balance de hormonas vegetales, esto modifica el desarrollo induciendo pérdida de crecimiento, retrasos en el desarrollo, defoliación, y deformaciones foliares. Estos daños de por sí causan reducción de las cosechas, e incluso la muerte en plantas jóvenes. Daños directos de pulgón causan anualmente la perdida de aproximadamente un 40% de producción vegetal en los cultivos.
  • Daños indirectos: La secreción de melazas como parte de su metabolismo facilita la aparición de hongos tales como la negrilla (Cladosporium sp.). Además, muchas especies son importantes vectores de virus, siendo causantes de la transmisión de hasta el 60% de virosis en plantas. Este daño indirecto puede causar desde el 20 al 80% de pérdida de productividad en cultivo.

En el próximo artículo examinaremos los métodos empleados para prevenir los daños mediante la aplicación de agentes biológicos naturales. Estos colaboradores, clasificados en depredadores, parasitoides y polinizadores, desempeñan un papel esencial en el control de las plagas y la promoción de la salud de los cultivos.